sábado, 5 de enero de 2013


El hecho de sonreír

El día a día de una persona, no sólo debe estar conformado del trabajo laboral, pagos y  quehaceres, si bien es cierto que son responsabilidades, lo más importante es que cada acto que hagamos, le imprimamos una sonrisa.

Suena trillado, pero es que aún los individuos no comprenden que la vida no se les va caer por tener un problema, cada persona de forma individual debe afrontarlo, sin quedarse estancado.

Nada les cuesta, agradecer con una sonrisa a Dios por estar vivos y por permitirles avanzar cada día.

Sonreír, no equivale únicamente a demostrarle a los demás que están felices, es demostrarse a ustedes mismos que se sienten bien a pesar de todo, y que las barreras si las pueden derribar, si empiezan desde 0. Regálele una sonrisa a su hijo, a su familia, a los vecinos, a los amigos y sobre todo a usted mismo, véase en el espejo y siéntase orgulloso y con la capacidad de salir adelante por sus propios medios.

En definitiva, lo elemental es que se sientan bien con ustedes mismos y así podrán estar en paz con los demás, una sonrisa verdadera refleja la pureza de su alma.

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